Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1000
Fin: Año 1100

Antecedente:
Las obras
Siguientes:
Las obras

(C) Eduard Carbonell i Esteller



Comentario

Esta arquitectura representa, al margen de un cierto avance en las técnicas constructivas, la difusión de una serie de elementos estructurales que, junto a un lenguaje decorativo preciso, definen claramente esta influencia lombarda en la arquitectura románica, en este caso de Cataluña.
Sus características son las siguientes: el aparejo se hace más regular; el sistema de cubiertas se perfecciona al expandirse la bóveda de cañón y la bóveda de arista; aparece la cúpula como elemento fundamental; se generaliza el pilar como soporte; se difunde el tipo de crucero en celdas, al partir el avance del presbiterio hacia la nave central y determinar espacios rectangulares frente a los ábsides laterales; se levanta un tipo de campanario característico, etcétera.

En cuanto a lo decorativo se difunde la presencia de hornacinas en el interior de los ábsides, y en el exterior aparecen las arcuaciones ciegas y lesenas, o bandas lombardas, que decoran las cabeceras y los muros laterales. Con mucha frecuencia las fachadas se ordenan tectónicamente, a manera de retablos, con el mismo sistema de arquillos ciegos y bandas lombardas.

Todo un concepto de arquitectura al cual la historiografía ha desmido con adjetivos como racional, funcional, etc. Esta arquitectura definida progresivamente según estratos en el tiempo, se modificará en un último estrato, según J. Puig i Cadafalch, dando lugar al segundo románico. Este segundo período se inicia en torno a 1070-1080, fecha en que coincide la mayoría de historiadores de la arquitectura.

Se caracteriza, según el historiador mencionado, por la restauración del arte del picapedrero, la propagación de la columna y la reaparición de la escultura. Esto dará lugar a un aparejo extremadamente regular, y la columna sustituirá, como elemento decorativo, a la lesena en la separación de los tramos de arcuaciones ciegas, con valor más decorativo que estructural. Finalmente, los capiteles esculpidos coronarán, en las cabeceras y portadas, estas columnas con función decorativa principalmente.

Esta arquitectura de influencia lombarda, que define uno de los primeros románicos en Cataluña, tendrá una clara continuidad en el siglo XII. No obstante, es en este siglo XI cuando se definen estructuralmente los modelos arquitectónicos.

Las noticias de lombardos en Cataluña son muy antiguas. Aparecen ya como testigos en documentos de donaciones a finales del siglo VIII, o como firmantes en las actas de consagración de la Pobla de Lillet (834) y de Sant Andreu d'Aixalada (879). Cuando el rey francés Luis IV, el 5 de diciembre de 951, confirma al abad Cesari de Santa Cecilia de Montserrat los bienes del monasterio, se cita a un tal Longobardus.

Hacia el año 1000, se les menciona de nuevo, esta vez como maestros constructores, en Cataluña. La emigración y expansión por Europa de los "magistri comacini", constructores que toman su nombre del lago de Como en el norte de Italia, en Lombardía, se da en estas fechas. A partir de este momento la documentación es abundante, hasta que ya en el siglo XII, en 1175, aparece el famoso contrato para la realización de la catedral de la Seu d'Urgell, al arquitecto Raimundus Lambardus. Es clara también en la pintura románica catalana, la presencia de artistas del norte de Italia en Cataluña.